NOTICIAS Y REGALOS DE LA VIRGEN DE FÁTIMA
Del 13 al 15 de abril nos unimos a la Peregrinación Diocesana al
Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Hemos
asistido unas 300 personas de todos los rincones de la Diócesis, presididos por
nuestro obispo D. Rafael Zornoza y acompañados por siete sacerdotes y dos
consagradas de la Fraternidad Seglar en el Corazón de Cristo.
Podría extenderme aquí en un detallado relato de los recorridos realizados y de las actividades vividas a modo de diario, pero prefiero mostrar algunos de los mensajes y regalos que la Virgen de Fátima nos ha hecho en este fin de semana. Acudir al Santuario de Fátima es pisar una tierra especial que la Virgen ha elegido para mostrar al mundo un mensaje de salvación a través de tres pequeños pastorcillos de Aljustel. En este Santuario hay que aprovechar todas las oportunidades que ofrece para hablar con la Virgen, para contarle nuestras inquietudes, ilusiones y deseos, para escucharla en cualquiera de los rincones que hemos visitado, pero sobre todo para pedirle, rogarle y encomendarle nuestras necesidades en la Capilla de las Apariciones.
La Capilla de las Apariciones es el lugar central del Santuario
donde hemos celebrado la Eucaristía el viernes y el sábado, presididas por
nuestro obispo; y donde hemos participado en el rezo del Santo Rosario y
Procesión de las Antorchas. También han sido momentos especiales la Hora Santa
en la Capilla de la Muerte de Jesús o el rezo del Víacrucis.
Hay otros lugares también singulares como la Basílica de Nuestra
Señora del Rosario donde están enterrados los tres pastorcitos, o la Iglesia de
la Santísima Trinidad así como el Viacrucis, el Calvario, las casas de
Francisco, Jacinta y de Lucía, los Valinhos –lugar de la aparición del 19 de
agosto- y los sitios donde se apareció el Ángel de la Paz.
Pero hay otro recorrido que es interior y tan real como los paseos por
estos santos lugares. A través de las experiencias vividas y de los lugares
visitados hemos recibido los mensajes de la Virgen de Fátima de una manera muy
concreta y actual. Los mensajes de nuestra Madre de Fátima vienen en forma de
regalos que hay que ir abriendo y meditando poco a poco, abiertos a las
sorpresas y con la capacidad de asombro de los un niño.
A primera hora de la tarde del
primer día Nuestra Señora del Rosario de Fátima nos comunicó una primera buena
noticia: “Dios existe y te ama; Dios
existe, te ama y tiene un proyecto de vida que soñó para ti cuando te creó”. La
felicidad consiste en llevar a cabo ese proyecto, la felicidad consiste en
poner en práctica la voluntad de Dios. Consiste en aceptar Su proyecto en tu
vida, con sus alegrías y sus penas, sabiendo que Él te acompaña hasta el último
día ofreciéndote su gracia. Dios no te priva de los sufrimientos, sino que los
carga de sentido con Su Presencia. Conocer el plan de Dios debe ser nuestro primer
objetivo, nuestra principal finalidad. Porque hemos sido creados para recibir el
amor de Dios y para amar a Dios, para entregarnos a Él, para cumplir su voluntad,
y mediante esto ser santos y salvarnos. Realizar la proyecto de Dios, cumplir
su voluntad es el camino de la felicidad, de la santidad y de la salvación para
acabar en el cielo. Y La Virgen María quiere
que seamos instrumentos para facilitar a otros el camino hacia su santidad, la
senda para que conozcan el proyecto de Dios en su vida, para que encuentren su
camino para cumplir la voluntad de Dios. Para ese fin sólo nos pide dos cosas:
oración y penitencia, que recemos por la conversión de los pecadores.
La segunda buena noticia es que la santidad nos es para otros, no es para
gente con unas cualidades especiales; la santidad es para todos. Tú y yo podemos ser santos. La Virgen
María nos dice con su vida que ser santo
consiste en decir SI, en aceptar con total confianza la vocación y misión
que Dios nos tiene reservada para cada uno. No es difícil ser santo porque Él
nos irá dando las gracias suficientes para llevarlo a término. Tenemos que
acudir a las fuentes de la gracia
para que Dios nos llene de su fuerza para que rebosemos de entusiasmo en esta vida
nueva. Acudir a la Eucaristía, al sacramento del perdón, a la oración diaria, a
la meditación de su Palabra, al servicio a los demás, a la vida comunitaria, a
la comunión de los santos, al ángel de la guarda, a los santuarios marianos, ….
Hay muchos lugares para el encuentro con Dios, pero hay uno muy especial que es
la Parroquia, tu Parroquia. Acudamos a
nuestra Parroquia porque ahí, en sintonía con la Diócesis, está la Iglesia
entera, Cuerpo de Cristo y Pueblo de Dios, fundada por Jesucristo para continuar
con nosotros hasta el fin de los tiempos. Acudamos a nuestra Parroquia para
rezar, para celebrar la Eucaristía, para participar en sus actividades, para
colaborar en su acción apostólica, para ser hospital de campaña y la casa común
de todos.
La otra gran noticia que se experimenta
en el Santuario de Nuestra Señora de Fátima es que la oración es la solución a todos los problemas. Innumerables
milagros se han producido ya por su mediación. Por eso a Fátima hay que ir a
rezar y a pedir milagros. Y Ella te da el milagro que más necesitas que hayas
llegado sin ni siquiera sospecharlo.
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