Cristo se prolonga en el Magisterio de Su Iglesia. Nos ilumina, nos fortalece y nos consuela. Sin él andaríamos en tinieblas, careceríamos del vigor y del aliento que necesitamos par marchar por la historia. Desconoceríamos el Camino, ignoraríamos la Verdad y, privados de la Vida, jamás llegaríamos al Cielo, pues "sobre esta nave agitada por las olas que es el mundo, sólo hay un hombre en pie: el papa" (Paul Valéry) que nos lleva a puerto.
El Concilio Vaticano II recoge una tradición milenaria cuando proclama que debemos "religosa sumisión de la voluntad y del entendimiento al Magisterio auténtico del Romano Pontífice aun cuando no hable ex cathedra; de manera que se reconozca con reverencia su Magisterio Supremo y con sinceridad se adhiera al parecer expresado por él, según el deseo que haya manifestado él mismo" (Lumen Gentium, 25).
¿Quieres conocer tu vocación bautismal? Acude al Magisterio de la Iglesia. Después del Evangelio, es tu principal fuente de información para conocerla y vivirla.
La vida cristiana secular necesita afirmar su identidad peculiar para defenderse del doble peligro que siempre la amenza: aislarse del mundo o confudirse con él; dejarse arrastrar por las novedades sólo por el esnobismo del cambio o el afán de parecer moderno, o desentenderse del mundo.
Nunca podrá fundarse la auténtica vida cristiana en opiniones teológicas o filosóficas erróneas o en las que minimizan con frecuencia el aspecto sobrenatural de la llamada de Dios. Tienes que buscar maestros espirituales y teólogos que representen el pensamiento auténtico de la Iglesia y que estén en estrecha unión con el papa.
4 comentarios:
Qué importante y acertado es el mensaje que transmites aquí!
Sin el Magisterio andamos en tinieblas, seducidos por falsos profetas que halagan los oídos del hombre carnal.
El cristiano es hombre interior, hombre espiritual, y ninguna tología carnal puede servirle por mucho que se vista de espiritual.
Solamente la verdad es Luz, y la verdad la aprendemos del Magisterio de la Iglesia, que no yerra.
un abrazo en cristo desde María Inmaculada
Muchas gracias. Sólo desde la fidelidad a la Iglesia seremos fecundos al servicio de Jesucristo.
Unidos al Magisterio encontraremos paz y con ella, alegría y seguridad.
Toño, muchas gracias por esta magnífica selección de textos que haces en tu blog.
Me ayudan mucho a ser, cada día, un poquito más feliz.
Recé el día 26 ante la tumba del Padre Basabe, me acorde de Don Antonio Sánchez, el mejor continuador que tuvo el Padre Basabe, de su incomparble obra educativa.
Sólo decirte: MUCHÍÍÍÍSIMAS GRACIAS. Un abrazo y millones de besos para Rosa, Miriam y Laura.
Paco Marcos
Muchas gracias por tus generosas palabras. Busquemos siempre la unidad al servicio de la Iglesia de Jesucristo para que todos seamos uno en el Inmaculado corazón de María. Y, recuerda, espíritu ignaciano, savia carmelitana y alegría franciscana.
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