CUATRO PUNTOS CARDINALES PARA EL PROCESO PASTORAL

CUATRO PUNTOS CARDINALES

PARA EL PROCESO PASTORAL

Te presento los cuatro puntos cardinales que deben orientar todo proceso o programa de acción pastoral: Unidad, Santidad, Fidelidad doctrinal y Universalidad.

·        UNIDAD

La unidad se construye alrededor de la Iglesia, del Papa y del Obispo, como sucesores de los apóstoles. Jesucristo encomendó la evangelización a los 12 apóstoles, al colegio apostólico prolongado por medio de la jerarquía de la Iglesia. Cristo evangeliza a través de la historia del mundo y de cada uno por medio de los Apóstoles. Nosotros evangelizaremos si estamos en comunión con ellos, con el Papa y con el obispo diocesano, al servicio de Jesucristo y de Su Iglesia. La unidad pasa también por apoyar al obispo diocesano ante los ataques que reciba de propios y extraños.

·        SANTIDAD

La evangelización no es una acción humana, no es la acción del hombre en respuesta a Dios; es una acción divina, es la acción de Dios sobre el hombre y el mundo. Es una historia sobrenatural que sólo se puede entender en términos sobrenaturales.

La evangelización no la hacen líderes ni personas concienciadas y comprometidas con un mensaje significativo. La evangelización no la hacen las personas que poseen más cualidades y valores humanos. Sólo evangeliza Cristo a través de personas que han sido convertidas por Él.

Por lo que, en lugar de poner la confianza en los valores, las estrategias, los métodos,… la clave para poder evangelizar está en ser santos, ser testigos enamorados de Jesucristo y de Su Evangelio. Así la primera medida para hacer apostolado y aventurarnos en actividades evangelizadoras es acudir a las fuentes de la gracia de Dios, que es quien nos hace santos: silencio, oración, relación con Dios, sacramentos, palabra de Dios, vida comunitaria, servicio a los demás, Ejercicios Espirituales. Si quieres ser renovador profundiza en tus raíces, en tus principios, en las verdades fundamentales. No se trata de cambiar de personas y de estructuras, sino de llenarlas de la acción del Espíritu Santo. Si no hay misioneros no hay misión.

·        FIDELIDAD DOCTRINAL

No hay que hacer rebajas en el mensaje del Evangelio. Con la buena intención de acercarnos a los alejados, podemos ir velando las verdades fundamentales que son las que realmente necesitan escuchar. No predicamos un humanismo sino la participación en el amor de Dios

El conocido como “Primer Anuncio” no es el que se hace al principio, no es un primer acercamiento light a los alejados. “El Primer Anuncio” es el “primero” porque es el “principal”, el que tiene la “primacía”. El “Primer Anuncio” es sinónimo de “Verdades y Principios Fundamentales de la Fe.” 

Por lo tanto si es el anuncio principal, un método que quiera ser de “Primer Anuncio” no puede prescindir de las verdades fundamentales. No habrá primer anuncio si no presentamos a Cristo contemporáneo presente en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía diaria y en la confesión. No habrá primer anuncio si no presentamos a la única Iglesia fundada por Cristo. No habrá auténtico primer anuncio si no mostramos  a la Virgen como el ejemplo vivo de la Voluntad de Dios.  No hay primer anuncio sin presentar integra la doctrina de Cristo, conservada, custodiada y transmitida auténticamente por la Iglesia. Una dinámica de “Primer anuncio” debe incluir también verdades como vivir en gracia de Dios, la vida eterna, la muerte, la salvación de las almas, el cielo y el infierno,...

Nos equivocaremos si hacemos una Iglesia, una predicación y una práctica pastoral antropocéntrica y sensiblera, porque la Iglesia es teocéntrica.

·        UNIVERSALIDAD

Es preciso recorrer toda Galilea, volver a recorrer toda Galilea, para evangelizar todo y a todos. No podemos conformarnos con lo logrado hasta ahora ni quedarse paralizados con lamentos por lo no conseguido. No nos podemos conformar con el discipulado de un sector o de unos pocos; hay que volver a llegar a todos. 

Dejarnos llevar por el Espíritu Santo para llenarlo todo, para evangelizar a todos, sin limitarnos al estilo o carisma de una comunidad concreta o de un método de evangelización determinado. Para llegar a todos hay que recurrir también a los organismos naturales diocesanos dándole contenido y llenándolos de Espíritu Santo: Consejo Pastoral Diocesano, Consejo Diocesano de Apostolado Seglar, Parroquias, Delegaciones, Movimientos,… para poder transmitir la fe de múltiples formas y movilizar a la Diócesis entera.