En busca de la santidad

Papa Francisco: Hay que tener en cuenta que la santidad no es algo que nos proporcionamos a nosotros mismos, que obtenemos con nuestras cualidades y nuestras habilidades. La santidad es un don, es el regalo que nos hace el Señor Jesús, cuando nos lleva con Él, nos cubre de Él y nos hace como Él... La santidad es el rostro más bello de la Iglesia: es descubrirse en comunión con Dios, en la plenitud de su vida y su amor... no es la prerrogativa de unos pocos: la santidad es un don que se ofrece a todos, sin excepción, por eso es el carácter distintivo de cada cristiano.

sábado, 24 de septiembre de 2011

CÍRCULO: COOPERATIVA DE IDEAS PARA LA ACCIÓN



CÍRCULO: COOPERATIVA DE IDEAS PARA LA ACCIÓN


Querido amigo, me pides que te describa lo que es un Círculo y lo que lo diferencia de otras actividades. Te agradezco tu interés y espero que te sirva y que me comentes tus opiniones sobre esta dinámica que acompañó el nacimiento de la ACdP.


Es tal la riqueza de esta actividad que se agolpan las ideas nacidas de la propia experiencia vivida y con la responsabilidad de transmitírtelo fielmente.


Empezaré por su forma para después intentar explicar su finalidad y sentido.

Por su forma te parecerá una reunión más como tantas otras. Comenzamos con una oración para que el Espíritu Santo nos ilumine con su luz, su fuerza y su amor. Una segunda parte centrada en la reflexión y el diálogo entorno a un tema de actualidad a la luz del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia. La última parte de la reunión es una puesta en común de compromisos que nacen a raíz de la reflexión para ponerlo en práctica hasta el próximo Círculo. Como ves, considerado así, seguramente tú mismo habrás participado en alguna reunión de este tipo y similar en cuanto a la forma.


Lo que le confiere al Círculo su propia peculiaridad que la diferencia de otras dinámicas es su finalidad, su sentido y la metodología que se utiliza. Su finalidad es que TODOS LOS PARTICIPANTES REFLEXIONEN CON VISTAS A LA ACCIÓN, porque “sin la acción y el testimonio del laicado, el Evangelio no puede impregnar toda la vida humana y ser llevado a toda la vida de la sociedad.” (Beato Juan Pablo II, 1985).


Vamos por partes: Todos - Reflexionan - Acción


1- TODOS los participantes reflexionan con vistas a la acción.


a. Un Círculo no es una clase teórica que alguien prepara y el resto escucha atentamente hasta que al final le dejan preguntar u opinar algo.


b. No es un sermón, en un Círculo todos participan, todos deben hablar porque todos son agentes activos.


c. Por eso trata por todos los medios de evitar que sólo hablen los “preparados”, los “titulados” y los que “hablan muy bien”.


d. El Círculo no es una reunión de “preparados”, de “elite intelectual”. Es una reunión de enamorados de Jesucristo y de Su Iglesia que se saben “elegidos” por Él y que se dejan transformar y “preparar” por Él.


e. Si todos participan, el Círculo será esa cooperativa de ideas para la acción.


2- Todos los participantes REFLEXIONAN con vistas a la acción.


a. Se trata de sembrar criterios para interpretar la realidad en la que vivimos, el ambiente que nos rodea.


b. Reflexión a la luz del Evangelio y del Magisterio de la Iglesia.


c. No es un curso en base a un temario o un libro (por bueno que sea) ni un aula bíblica. Se trata de pensar trayendo al círculo la realidad vivida durante el periodo entre círculos (semana, quincena o mes). De la propia experiencia, de la realidad más cercana surgen temas de rabiosa actualidad (laicismo, derecho a la vida, educación, participación en la vida pública, …)


d. La finalidad de un Círculo no es llenar la mente de más saberes. En un Círculo la reflexión compartida va dirigida a cambiar la realidad con valentía y decisión.


e. Más que llenar de ideas es preferible entrenarse en el buen juicio, en el equilibrio, en ordenar esas ideas que desembocan en iniciativas. Muchos de los que hablan de maravilla, con grandes conocimientos, incluso reconocidos en la sociedad, resultan casi nulos para la acción.


f. En las ideas, muchas veces, estamos de acuerdo, lo que hace falta es que las transformemos en hechos, las llevemos a la vida y compartamos nuestra vivencia.


3- Todos los participantes reflexionan con vistas a la ACCIÓN


a. El Círculo lo será si se apoya en la acción, si nace de la actuación en la vida pública de los participantes y si abre horizontes para la acción evangelizadora.


b. Entre todos se buscará la aplicación práctica en sus vidas de esa reflexión, llevando el Círculo a la realidad que se vive en el mundo.


c. No olvides que es más fácil entretenerse en fáciles discusiones acerca de lo que se debería hacer, escapando del esfuerzo de hacer algo.


d. Una aplicación práctica de todos los círculos será invitar a nuevos participantes.


e. El fruto del Círculo será buscar formas y procedimientos para transformar la realidad, sin olvidar que “no son las instituciones las que salvan o pierden a los pueblos, sino los hombres que las encarnan” (Jaime Balmes). Porque es más cómodo y menos comprometido hablar de transformar estructuras que decidirnos a cambiar nuestro corazón. Con palabras del Beato Juan Pablo II: “Personas transformadas contribuyen a transformar la sociedad” (1985)


f. Un círculo no se limita a instruir la inteligencia (también lo hace), persuade de la necesidad de actuar, porque las “ideas sólo se comprenden cuando se viven” P. Tomas Morales.


Estas ideas sólo son algunos retazos que de esa dinámica que tanto bien ha hecho en muchas personas a lo largo de la historia y que tanto ha repercutido en la sociedad. Espero tus comentarios y sugerencias para completar su descripción.




Antonio Manuel Sánchez Sánchez

Propagandista Cádiz y Ceuta






"Este modelo de círculo sólo funciona si el centro es una verdadera comunidad de vida cristiana, que tenga raíces profundas en la oración común y en la caridad. El círculo, así, es el punto intermedio que va de las raíces a los frutos (las obras y acciones), se convierte en un laboratorio en el que los que viven unidos en un mismo pensar y un mismo querer disponen los medios para un mismo obrar, para ver "qué es lo que Dios quiere de nosotros"

1 comentario:

Antonio M. Sánchez dijo...

"Este modelo de círculo sólo funciona si el centro es una verdadera comunidad de vida cristiana, que tenga raíces profundas en la oración común y en la caridad. El círculo, así, es el punto intermedio que va de las raíces a los frutos (las obras y acciones), se convierte en un laboratorio en el que los que viven unidos en un mismo pensar y un mismo querer disponen los medios para un mismo obrar, para ver "qué es lo que Dios quiere de nosotros"



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