En busca de la santidad

Papa Francisco: Hay que tener en cuenta que la santidad no es algo que nos proporcionamos a nosotros mismos, que obtenemos con nuestras cualidades y nuestras habilidades. La santidad es un don, es el regalo que nos hace el Señor Jesús, cuando nos lleva con Él, nos cubre de Él y nos hace como Él... La santidad es el rostro más bello de la Iglesia: es descubrirse en comunión con Dios, en la plenitud de su vida y su amor... no es la prerrogativa de unos pocos: la santidad es un don que se ofrece a todos, sin excepción, por eso es el carácter distintivo de cada cristiano.

jueves, 22 de abril de 2010

LA CONSPIRACIÓN Y KÜNG, por Santiago Martín

La conspiración y Küng, por Santiago MARTÍN
La «teoría de la conspiración», de la cual muchos se burlan, ha tenido en estos últimos meses abundantes motivos para confirmarse, al menos en la mente de los que creen en ella. Me refiero a la campaña de acoso a la Iglesia, personificada en los ataques al Papa Benedicto XVI. La excusa, como es sabido, ha sido la supuesta «tolerancia» del actual Pontífice hacia sacerdotes pederastas, tanto cuando fue arzobispo de Munich como cuando presidió Doctrina de la Fe. El hecho de que medios tan poderosos y significados con la «progresía» –y con otros poderes– como «The New York Times» o la BBC, hayan rebuscado en las cloacas para encontrar algo que, cogido por los pelos, pudiera presentarse como un argumento sólido contra Benedicto XVI, ha demostrado no sólo quién está detrás de la campaña, sino también lo decididos que están a asestar un golpe mortal a la Iglesia. Han ido a por todas y con todos los medios a su alcance.
Ante esto hay que preguntarse tres cosas. Primero, por qué lo han hecho. Segundo, cómo les ha salido la jugada. Y, tercero, qué apoyos han tenido en el seno de la Iglesia.Los ataques al Papa y a la Iglesia no se deben a una búsqueda de la verdad –propia de un sano periodismo–, ni a acabar con una situación de corrupción que seguía generando víctimas inocentes por parte de un clero corrompido. Los datos demuestran que sólo uno de cada 60.000 menores víctimas de abusos ha sufrido a manos de un clérigo católico. Esto es muchísimo pues no debería haber ninguno, pero no se puede considerar ni como una epidemia, ni como un problema que hay que atajar desatando una gran campaña mediática, máxime cuando prácticamente todos los casos se remontan a hace 30 ó 40 años.
Se ha elegido a propósito un asunto que impacta en la sensibilidad de la población para atacar a la Iglesia y destruir su prestigio moral. Y esto se ha hecho por tres causas: la Iglesia sigue presentándose como el único camino completo de salvación; la Iglesia está denunciando la dictadura del relativismo y la Iglesia no se calla ante los intereses económicos de determinados y poderosos sectores –es significativo, al respecto, que el abogado que está asesorando a los dos ingleses que quieren meter al Papa en la cárcel sea el mismo que defiende a De Juana Chaos–. Benedicto XVI, con su sabiduría, ha defendido, promovido e iluminado estas tres reivindicaciones de la Iglesia y por eso había que acabar con él a cualquier precio. En segundo lugar, hay que decir que la operación les ha salido, en términos generales, mal. Es cierto que muchos denigran a la Iglesia –sobre todo en los blogs de los periódicos– y que los anticlericales están crecidos. Es cierto que hay voces que piden la expulsión del Vaticano de la ONU y que agresivos tertulianos proclaman su convicción de que esto es el final de la Iglesia. Sin embargo, la verdad, para disgusto de ellos, es que los católicos practicantes han visto la jugada y se han dado cuenta de que es una campaña injustificada contra el Pontífice, lo cual les ha llevado a unirse más a él e incluso a defender a sus sacerdotes, conscientes de que la práctica totalidad de los mismos –el 99,95 por 100– no están implicados en esos horribles delitos. La pasada Semana Santa ha servido para demostrar el apoyo del pueblo fiel a la Iglesia: más gente que nunca tanto en las procesiones como en los actos litúrgicos en el interior de los templos. El resultado conseguido no ha sido, pues, el que buscaban los enemigos de la Iglesia, sino todo lo contrario: los católicos se han cerrado como una piña en torno al Papa. Incluso me atrevo a decir que entre gente honesta no católica, pasado el primer impacto mediático, se está produciendo una resaca contra las manipulaciones informativas, pues lo mucho cansa, sobre todo cuando las pruebas que se presentan no son suficientes.

Queda el último punto: la colaboración interna. Es evidente que ha existido, pues los documentos aireados por los medios de comunicación proceden de fuentes eclesiásticas. Pero lo más significativo ha sido la proclama de Hans Küng, dirigida a todos los obispos del mundo para que se rebelaran contra el Papa. Queda para la historia averiguar si la acción del amortizado Küng estaba prevista y era la parte final del programa de los que han planeado el ataque contra la Iglesia, o si el antiguo asesor del Vaticano II ha actuado por su cuenta, sumándose a la ola de ataques al Papa con la pretensión de aportar su piedra para demoler el edificio de la Iglesia, en una especie de maligno canto del cisne. En cualquier caso, al menos hasta el día de hoy, el resultado de su proclama es nulo. Si pretendió emular la acción de Lutero cuando colgó sus tesis contra las indulgencias en las puertas de la iglesia del palacio de Wittenberg, aprovechando que la progresía mundial había preparado el terreno para un levantamiento contra el Papa, ha fracasado. Cuando leí su artículo pensé que no faltarían una veintena de obispos en todo el mundo que se sumaran a la iniciativa. Pues ni eso. Con el agravante para él y para los suyos de que han disparado ya sus cartuchos y eran sólo de fogueo. Ni su silencio ni sus excusas, si las hubiera, alegando que no pretendían atacar a la Iglesia, podrán ocultar la realidad: han fracasado. Y ésta es una victoria para la Iglesia, para todas las religiones y para la humanidad, pues lo que se ha llevado a cabo ha sido un experimento de ingeniería social que pretendía manipular la voluntad de la población mundial en función de oscuros intereses. Es posible que ahora los enemigos de la Iglesia dirijan sus dardos a torres menos elevadas. Harán daño. Seguirán haciendo daño. Pero, a la vez, estarán haciendo, sin quererlo, un servicio a la Iglesia. Primero, porque ayudan a purificarla. Segundo, porque en los dos mil años de historia que tenemos hemos visto muchas veces que la sangre de los mártires ha sido semilla de nuevos cristianos. En este caso, el mártir ha sido el propio Papa y, según vayan pasando los ataques, su figura se irá acrecentando no sólo ante los ojos de los católicos sino ante los del mundo. Benedicto XVI, que fue elegido como un Papa de transición para que continuara la labor de su predecesor, tiene ya su puesto de honor en la historia de la Iglesia por derecho propio.

Junto al mar






sábado, 10 de abril de 2010

Lo que se pierden los que no creen en Dios

CREER EN DIOS
LO QUE SE PIERDEN LOS QUE NO CREN EN ÉL


1- COMUNICARSE CON ÉL

- Todo el mundo es creyente. Unos creen que Dios no existe y otros creemos que Dios existe y nos ama.
- Creer en un Dios creador del universo es relativamente fácil, es lo más razonable. La extrema complejidad del universo nos indica que es más razonable pensar en la acción de un ser superior que en el azar; o que es fruto de una explosión. La consecuencia de una explosión es razonablemente el caos y no el maravilloso y complejo engranaje del cosmos.
- Es más difícil dar el paso de confiar en ese Dios, de confiar que es Amor, que nos quiere, que quiere lo mejor para nosotros, que quiere hacernos felices. Que ha enviado a su Hijo para que le conozcamos, para que nos comuniquemos con Él, para que conozcamos el proyecto de vida que pensó para cada uno de nosotros. Esto tiene más relación con la fé que la simple creencia.
- ¿cómo podemos comunicarnos con Él?. Dios nos da muchas posibilidades de comunicación, sólo necesitamos estar atentos a lo que el Concilio Vaticano II llamó “los signos de los tiempos”. A través de los acontecimientos (grandes o pequeños) Dios nos está indicando cosas, nos está orientando para ser felices. Hay algunos medios privilegiados de comunicación:
- La Oración personal, familiar y comunitaria.
- La Eucaristía en la que se hace presente realmente.
- En los sacramentos.
- En la Palabra de Dios.
- En la ayuda a los necesitados (cercanos y lejanos).
- En la Iglesia y en sus orientaciones.

2- CONSTRUIR EL PROYECTO QUE DIOS SOÑÓ CUANDO TE CREÓ
- Construimos el proyecto de Dios aceptando las indicaciones qué El nos da por esos medios de comunicación.
- Participando con alegría en las Eucaristía dominicales.
- Formándonos en sus enseñanzas.
- Compartiéndolo con otras personas.
- Este proyecto da sentido a la vida.
- Un solo Dios, todos hermanos.

3- SEGUIR A JESUCRISTO
- Este proyecto tiene su centro en Jesucristo, en el Evangelio y en la Iglesia.
- Jesucristo no sólo es modelo de vida.
- Está presente entre nosotros y podemos tener una relación con Él.
- A través de esta relación podemos conocer algo de Dios.
- A Dios sólo le conoceremos del todo en la Vida Eterna.

4- EN LA IGLESIA
- Dios ha querido que este proyecto lo hagamos en la Iglesia y con la Iglesia.
- Buscando siempre, con humildad y caridad, la unidad entorno al Papa y los obispos.



5- VIVIENDO DE UNA DETERMIANDA MANERA
- Viviendo una serie de valores.
- Dios quiere manifestarse a través de sus criaturas, a través de nosotros.
- El estilo de vida que propone es ser testimonio del Amor de Dios al mundo.
- Cada persona, cada comunidad adquiere un compromiso como consecuencia de la cercanía de Dios en su vida.
- Para transmitir el mensaje del Evangelio a todo el mundo, empezando por los más cercanos, familias, amigos, etc…
- El Evangelio se propone, nunca se impone porque la apuesta por Dios siempre es fruto de un descubrimiento personal.
- Para poderlo descubrir hay que acudir a los lugares apropiados, parroquias, comunidades, movimientos cristianos,….
- Generosidad, perdón, alegría, paz, confianza, esperanza, caridad,


6- PARA SER FELIZ
- Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad”. “Para que tengan vida y la tengan en abundancia”, “El hombre es creado para alabar y servir a Dios y mediante esto salvar su alma”, es decir, para ser feliz.
- Todas estas ideas sólo se comprenden cuando se viven y se dejan de comprender cuando se dejan de vivir.

viernes, 9 de abril de 2010

Querido Benedicto XVI



09.04.2010 - (Publicado en La Voz de Cádiz)
Antonio Manuel Sánchez Sánchez

Presidente Diocesano del Movimiento Familiar Cristiano



Querido Benedicto XVI, somos muchos los que nos hemos visto sorprendidos en estos días de pasión con dos hechos que nos han ayudado a despertar. Por una parte las denuncias de abuso de menores por parte de un minúsculo número de sacerdotes. Y, por otra, la feroz campaña de odio y difamación contra la Iglesia; da igual el motivo, su objetivo es volver a crucificar a Cristo, crucificando a la Iglesia y al Papa.


Santo Padre, quiero darle las gracias porque, una vez más, nos ha comunicado con su testimonio de vida y con sus palabras las certezas del Evangelio. Palabras severas y tajantes ante esos graves delitos por los que los culpables responderán «ante Dios y ante los tribunales». Palabras llenas de sabiduría y coraje para no amedrentarse ante el griterío, las murmuraciones y la campaña emprendida contra el Vicario de Cristo y la Iglesia. Gracias, Santo Padre, por dedicar este año a los más de cuatrocientos mil sacerdotes que lo han dejado todo para servir al pueblo en parroquias, hospitales, escuelas, incluso en países donde exponen sus vidas a torturas y asesinatos.


Es curioso ver cómo estos enemigos de la Iglesia se sienten muy a gusto en una sociedad donde el asesinato de niños en el vientre materno es un derecho. Se sienten cómodos en una sociedad donde las relaciones «consentidas» entre un adulto y una niña de 14 años no es delito. Se sienten con el derecho a imponer perversiones sexuales en la escuela y les encantaría que fueran patrocinadas por instituciones públicas. No les escandaliza que se fomente la prostitución a través de las páginas de anuncios de los periódicos. No les inquietan otros tantos síntomas de una sociedad vacía y enferma.


Santo Padre, cuente con nosotros para acompañarle en su maravillosa tarea. Seguiremos evangelizando porque el Evangelio, además de ofrecer la felicidad, hace personas libres. Seguiremos defendiendo la vida, ayudando a las madres para que acojan a sus hijos; y a las que han sufrido el calvario del aborto seguiremos mostrándoles las manos abiertas de una Iglesia que las acoge con misericordia y las cura de sus heridas. Seguiremos trabajando por el reconocimiento de la dignidad de toda persona, mujeres, hombres, niños, inmigrantes, ancianos, minusválidos físicos o psíquicos; en escuelas, hospitales, comedores sociales,... Seguiremos alzando la voz contra el paro, el hambre y la guerra en cualquier parte del mundo. Seguiremos multiplicando familias cristianas para que sean células sanas en una sociedad enferma. Seguiremos luchando por una educación en valores humanos y en una sexualidad humana y responsable. En definitiva, seguiremos construyendo una sociedad más humana, más libre, más justa y en paz. Seguiremos sembrando felicidad en los corazones de nuestros semejantes.


Gracias, Santo Padre, por recordarnos siempre la presencia de Jesucristo y sus palabras: «En el mundo tendréis luchas; pero tened valor; yo he vencido al mundo» (Jn 16,33).



¿QUIERES FORMAR UN GRUPO DE MATRIMONIOS EN TU PARROQUIA

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FIRMES EN LA FE (Himno oficial JMJ Madrid 2011)

UN SEGLAR DESCUBRE LA ORACIÓN (Abelardo de Armas Añón)

Abelardo de Armas. Un seglar descubre la oración from Cruzados de Santa María on Vimeo.

Fuente: http://abelardodearmas.blogspot.com/