
Detrás de cada historia de conversión está el Espíritu Santo..., y un amigo o un familiar que ha vencido los respetos humanos para invitar a un retiro, o bien a unas catequesis, a un grupo de oración, o simplemente prestando un libro para conocer mejor a Jesucristo. Todo porque, como afirmaba el Papa Benedicto XVI en su último Mensaje de Cuaresma, «el otro me pertenece; su vida y su salvación tienen que ver con mi vida y mi salvación»

No lo dudaríamos a la hora de socorrer a algún herido en la carretera, pero nos tiemblan las piernas cuando tenemos que hablar de Dios a algún amigo o familiar. Muchas veces dudamos: ¿de verdad tenemos que hablar de Dios a los demás? ¿No bastaría con rezar por ellos, y después Dios sabrá cómo llamarlos? Pero, si yo no sé apenas hablar, ¿cómo voy a hablar de Cristo a mi padre, a mi hermano, a mi amiga, a mi novio...? Eso de evangelizar, ¿no es más bien cosa de curas?
En realidad, todo depende de cómo sea nuestra relación con el Señor. Si Él es, de verdad, para nosotros la Luz y la Vida, ¿cómo vamos a
dejar que los demás sigan ciegos o experimenten la muerte que trae consigo el pecado? Nos tendría que doler de verdad que las personas más cercanas a nosotros puedan vivir sin conocer a Jesucristo. Muchos viven sin noticias de Dios porque nosotros no les hemos hablado de Él. Todo depende de la fe que tengamos, porque de lo que abunda el corazón habla la boca. Y si nuestro corazón abunda en Cristo, hablaremos de Cristo.
No basta sólo con rezar. Monseñor Rino Fisichella, Presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, declaró recientemente que no se puede prescindir del anuncio: «¡Basta! Tenemos que hablar un poquito». Pablo VI, en la Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, señala la necesidad de un anuncio explícito: «El más hermoso testimonio se revelará a la larga impotente, si no es explicitado por un anuncio claro e inequívoco del Señor Jesús».
http://www.alfayomega.es/Revista/2012/781/01_enportada1.php

No hay comentarios:
Publicar un comentario