La primera recomendación es que pongáis en práctica este consejillo porque está contrastado por la experiencia que las ideas se comprenden cuando se viven y se dejan de entender cuando se dejan de vivir.
Estar siempre alegres para hacer felices a los demás es una buena manera de iniciarnos en la puesta a punto de nuestro matrimonio. Estar siempre alegres sabiendo para qué.
Estar alegre es una actitud vital que se pone en práctica en los comportamientos y en toda circunstancia, buena, mala o regular. Pronto te darás cuenta que hacer felices a los demás es la fuente de tu alegría. Cuando dejas lo mejor para los demás en cualquiera de las situaciones que se presentan en tu relación familiar de cada día, incrementarás tu alegría. Cuando tratas de no quejarte ante algunas incomodidades que puedan surgir, amentarás tu alegría. Cuando estás alerta dispuesto a servir y atender las necesidades de tu cónyuge o hijos –aunque no te lo estén pidiendo explícitamente, alimentarás aún más tu alegría.
¿Te parece difícil de conseguir?, ¿crees que es complicado estar alegre siendo servicial?. Tal vez te falta lo principal: dejarte llenar por el Espíritu Santo para que seas consciente que ser feliz es posible si aceptas que tus fuerzas, valores y actitudes no son suficientes. Descubrirás que la Gracia de Dios es la fuente de tu felicidad y la de tu familia. Entonces te agarrarás fuertemente a la mano de Jesucristo y le buscarás todos los días porque has encontrado el Tesoro y el secreto definitivo para ser feliz y hacer felices a los demás.
Antonio Manuel Sánchez Sánchez
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