jueves, 1 de noviembre de 2012

Que nuestras escuelas no sean centros de cultivo de personas muy “cultas”, pero “bautizadas descreídas”.


Resumen intervención Sínodo Nueva Evangelización de Lydia Jiménez,
Directora General del Instituto Secular “Cruzadas de Santa María” (17-10-2012)

El Instrumentum laboris (nn. 147-149) nos llama a realizar la tarea evangelizadora-educativa en el difícil contexto actual, de “emergencia educativa”. En este sentido ¿cómo hemos de ser los educadores católicos?, ¿cómo tiene que ser la escuela católica? Quisiera señalar algunos medios:
1.- Mantener la identidad católica de nuestros centros.
2.- Establecer en nuestros centros un programa serio e integral de formación en la fe.
3.- Fidelidad creativa al carisma fundacional.
4.- Práctica de las virtudes mediante un programa serio de educación de la voluntad.
5.- Programa de educación de la afectividad. Fomentar el ejercicio de la caridad.
6.- Atención personalizada.
Hemos visto, con dolor, cómo muchos alumnos de nuestras escuelas católicas, educados con rigor en el estudio, han llegado a ser líderes sociales enemigos de la fe y de la Iglesia. Que nuestras escuelas no sean centros de cultivo de personas muy “cultas”, pero “bautizadas descreídas”. Y hemos visto también, con gozo, cómo en colegios, universidades, donde se mantiene la identidad y se realiza la educación en la fe surgen vocaciones para la propia congregación y para todos los estados de la vida cristiana. Se pide a los Señores Obispos una atención especial a los centros de titularidad católica de sus diócesis. Que velen porque no desaparezcan y mantengan su clara identidad católica como contribución eficaz a la formación de nuevos y creíbles evangelizadores.

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