sábado, 25 de septiembre de 2010

PARA LA FELICIDAD



"Tengo la certeza de que en Él, en su palabra, se halla no sólo el camino para alcanzar la felicidad eterna, sino también para construir un futuro digno del ser humano ya en esta tierra".


"Queridos amigos, Jesús es vuestro verdadero amigo y Señor, mantened una relación de verdadera amistad con Él. Os espera y sólo en Él encontraréis la felicidad. ¡Qué fácil es conformarse con los palceres superficiales; (...) vivir sólo para sí mismos gozando aparentemente de la vida! Pero antes o después, uno se da cuenta de que no se trata de la verdadera felicidad que sólo econtramos en Jesús".


"Sólo respondiendo positivamente a su llamada, a pesar de lo exigente que os pueda parecer, es posible encontrar la felicidad y la paz en el corazón".


"La felicidad es algo que todos quieren, pero una de las mayores tragedias de este mundo es que muchísima gente jamás la encuentra, porque la busca en los lugares equivocados"


"La verdadera felicidad se encuentra en Dios. Necesitamos tener el valor de poner nuestras esperanzas más profundas solamente en Dios, no en el dinero, la carrera, el éxito mundano o en nuestras relaciones personales, sino en Dios. Sólo Él puede satisfacer las necesidades más prfundas de nuestro corazón"


"Cuando comenzáis a ser amigos de Dios, todo en la vida empieza a camabir. A medida que lo vais conociendo mejor, percibis el deseo de reflejar algo de su infinita bondad en vuestra propia vida. Cuando todo esto comience a sucederos, estáis en camino hacia la santidad".


Benedicto XVI.




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Espiritualidad ignaciana, savia carmelitana y alegria franciscana.

viernes, 24 de septiembre de 2010

ESCUELA CATÓLICA: AYUDA PARA SER SANTOS


La responsabilidad de la escuela católica.


La tarea de un maestro no es sencillamente comunicar información o proporcionar capacitación en unas habilidades orientadas al beneficio económico de la sociedad; la educación no debe considerarse como algo meramente utilitario. Se trata de la formación de la persona humana, preparándola para vivir en plenitud. En una palabra, se trata de impatir sabiduría.


Nuncia olvidéis que los religiosos tienen una única contribución que ofrecer a este apostolado: el testimonio de amor a Cristo, el Mestro por excelencia. Esto va más allá de la evidente exigencia de que el contenido de la enseñanza concuerde siempre con la doctrina de la Iglesia. Se trata de que la vida de fe sea la fuerza impulsora de toda actividad escolar.


Una buena escuela educa integralmente a la persona en su totalidad. Y una buena escuela católica, además de este aspecto, debería ayudar a todos sus alumnos a ser santos.